jueves, 1 de febrero de 2018

Navegando por la cocina de Ángel León en el Glass Mar

     Muy buenas a todos y todas!! El sitio que os traigo hoy casi no necesita ni presentación, creo que con juntar las palabras cocina y Angel León ya os podéis hacer una idea de lo que viene a continuación, una marejada de sabores para tener el paladar y el corazón contentos, pero así todo os voy a contar un poquito del nuevo espacio que el chef con su propia órbita de estrellas Michelín, ha abierto en Madrid.

     El Glass Mar ha abierto sus puertas en lo que antes era el Glass Bar, la conocida cocteleria del Hotel Urban 5*GL situado en la Carrera de San Jerónimo, 34. Un local chiquitito, con aforo para unas treinta personas y con una decoración que no deja indiferente a nadie, mezclando modernismo con piezas clave mucho mas clásicas, como los sofás o las sillas. Nada más entrar es imposible no fijarse en el esqueleto de ballena que te da la bienvenida desde el techo del local, o en los tarros llenos de diferentes tipos de algas y plancton marino colocados estratégicamente en una de las ventanas, todo un espectáculo para la vista.  Dispone de dos barras donde ves como van trabajando y preparando en cada una, lo suyo. La barra principal donde se sirven las bebidas y vas viendo como se elaboran los cócteles y la de la derecha, que es como una gran roca de mármol y es donde se presentan las comandas antes de servirlas, es preciosa, y un gusto ir viendo como ponen el broche final a todos los platos.






     En cuanto a la carta, como pasa también en La Taberna del Chef del Mar, del que ya os hablé en otro POST , es una carta desenfadada, con platos para compartir de manera distendida, ejecutados de manera perfecta y con esa originalidad que sólo Ángel León sabe darle a los productos del mar para crear una versión 2.0 de los platos más castizos y clásicos de nuestra gastronomía. 
"Empieza la mar de a gusto" , así comienza la carta con todos los entrantes, donde te puedes encontrar el mítico y castizo bocata de calamares o la royal de erizo, entre otros muchos entrantes la mar de originales (nunca mejor dicho). "Continúa la mar de bien" , donde ya nos encontramos los platos principales como su inconfundible arroz meloso con plancton o el "Steak Tartar" de calamar que no me pudo gustar más, es una delicia. Y para terminar vienen los "Postres la mar de buenos" con su también inconfundible leche con galletas o el chocolate con semillas...be delicious my friend!!!

¿ Comenzamos con las fotos de los platos? Preparados, listos, allá vamos...

El primer entrante que pedimos fue el Royal de erizo, una autentica maravilla de plato, tanto para la vista como para el paladar, un estallido de sabor a mar con huevas de erizo, salsa holandesa y crema fresca de plancton extraído de la alga cordium. Cogiendo con la cuchara un poquito de cada ingrediente, consigues la mezcla ideal para que tu paladar y tus sentidos den palmas! Acompañado por el pan de alga y las regañás tan típicas del sur, como el creador de éste plato.





De segundo, el " Steak tartar" de calamar. Como ya sabéis, el steak tartar es un plato elaborado con carne y no con pescado,de ahí que el nombre del plato venga entrecomillado.  Para conseguir que el calamar tenga ese color rojizo, lo marinan en remolacha y así crean un juego óptico maravilloso. Aliñado tradicional con sal y pimienta y acompañado por las pequeñas yemitas de huevo envueltas en soja. Un plato con una textura súper suave y un sabor de escándalo. Lo acompañan también con pan de algas, pero en esta ocasión, tostado y en rebanadas. Todo junto, gloria bendita!





Continuamos navegando y como buen plato tradicional gaditano, no podía faltar mi querido cazón en adobo. No me canso de comerlo cada vez que voy a Zahara de vacaciones, supongo que al tenerlo tan lejos, aprecias aún más poder disfrutar de un bocaito ! Como ya os imaginaréis, éste no es un cazón en adobo cualquiera, claro que no! éste viene frito y acompañado de un pil-pil del propio cazón hecho a baja temperatura y emulsionado con un adobo tradicional. ¡Que me aspen! Lo estoy escribiendo y estoy salivando sólo con acordarme. Que rico...



Ya para terminar, llega el archiconocido plato, que va unido al nombre de Ángel León si o si. Su arroz meloso con plancton marino, extraído de un alga en concreto, llamada el percebe del pobre, que crece justo al lado de éste y se embriaga de su sabor, de ahí el nombre y de ahí que éste arroz tenga el sabor que tiene. Además, como dato importante, fue el primer plato en la historia, que se hizo con éste ingrediente, grandísimo descubrimiento Señor León... Gracias!! Segunda vez que lo como y que toco el cielo con las manos, no será la última (por el bien de mis papilas gustativas).






Y ahora si, el crucero llega a puerto con los postres. Aunque ya lo había probado, no he podido resistirme a volver a probar su particular leche con galletas, un postre muy "normal" de primeras, pero con un gran sabor, de segundas. Una espuma de leche con la galleta al fondo. La cuchara llega hasta el final del postre y va arrastrando todos los ingredientes hasta llegar a la boca, donde puedes saborear esa maravillosa mezcla y disfrutarla...
Ya os he contado muchas veces, que yo no soy de dulce, pero éste postre para mí tiene el punto exacto de dulzor, poniendo el punto y final a una comida genial!! Además, también probamos su chocolate con semillas, una auténtica locura para los amantes del chocolate, estaba también riquísimo, pero yo me quedo con el primero... perdonarme chocolovers!!!
Como maridaje para los postres, Alejandro, parte de la tripulación del Glass Mar, nos recomendó un vino generoso que estaba buenísimo. No soy yo muy fan de éste tipo de vinos, pero tengo que decir que éste entraba sólo. Dulce, pero sin empalagar. Se trataba de un Tintilla dulce de BODEGAS EL GATO , una bodega familiar de Rota, que elabora éste vino tan típico de ésta parte de Cádiz.





Y ahora ya hemos llegado al final. Deciros que la comida la acompañamos con un albariño delicioso, un Leiras D.O. Rias baixa, un vino muy fresco, que entraba sólo ( me declaro fan incondicional de los albariños) y que iba perfecto con la comida. 

Y no puedo despedir éste post sin hacer una mención especial a la "tripulación" del Glass Mar. En todo momento nos han recomendado, han estado pendientes, nos han explicado cada uno de los platos y del maridaje, y nos han hecho pasar muchas risas mientras disfrutábamos de una comida de 10. Así que gracias nuevamente por haber formado parte de éste día.

El precio, que siempre me preguntáis, 35 €p/p (el albariño fueron 30 e la botella) 

Recordar siempre, que para mí un buen restaurante no sólo es un sitio donde se come de lujo. Es un cúmulo de cosas, una historia que contar, una historia por vivir y sabores que descubrir! Y éste sin duda alguna, es uno de esos sitios, un lugar #muysimonne!!! 



La vida son momentos como éste, que formarán parte de tu memoria, toda la vida!!!! Nos vemos en el siguiente post. Os espero, como siempre, en las nubes!!!


Mil besos,


            Simonne